La llegada de un bebé produce un cambio del cielo a la Tierra. Es cierto que es una de las mayores alegrías, pero también supone un cambio inesperado en el matrimonio. Suele suceder que el instinto maternal haga que la madre se centre en el bebé e incluso se sorprenda al ver cómo reacciona física y emocionalmente ante el más leve gemido del recién nacido. Mientras que el padre, al ver ese lazo entre madre e hijo, pueda sentirse… un poco marginado.
La realidad de las cosas es que la llegada de un hijo, en ocasiones puede ser el detonante de una crisis matrimonial. La tensión del momento puede aflorar las inseguridad emocionales personales y de la pareja y, sin esperarlo, que magnifiquen la situación. Allí es donde necesitamos ayuda para poder disfrutar de la llegada del nuevo miembro de la familia y al mismo tiempo no descuidar de la intimidad física y emocional de la pareja. ¿Qué cualidades podrán ayudarnos a lograrlo? Veamos algunas:
SEAN PACIENTES
El que la pareja se informe con respecto a los cambios mentales y físicos que produce el embarazo puede ayudar al esposo a entender los cambios de humor que ella pueda manifestar principalmente después del alumbramiento. Así que, si en algún momento ella se irrita, pueda entender que no es nada personal contra él, sino es debido a las presiones que conlleva las nuevas circunstancias.
Por otro lado, el que la esposa, sea paciente y apoye al esposo para que desempeñe correctamente su papel de padre(aunqueal principio no lo haga bien) será de gran ayuda para no tener tensiones innecesarias en el matrimonio. No sería amoroso esperar que él haga las cosas como ella lo hace. Es más, anteponer los intereses de ella o de él, a los suyos, sin duda contribuirá al disfrute del momento vivido.
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ÚNANSE
Es común que tras la llegada del bebé, los nuevos padres se encuentren tan agotados que eso los lleve a distanciarse. Pero recuerden que los hijos crecen y se van, mientras que el matrimonio es perdurable. Cuidar de la relación de pareja significa en felicidad para toda la familia, inclusive para los hijos.
No descuiden las relaciones íntimas. Es cierto que la mujer puede estar muy cansada con todo lo que implica el nacimiento y los primeros meses de cuidados intensivos volcados sobre el nene, sin embargo, buscar dormir durante el día mientras el bebé descansa, puede recargar pilas para que la esposa tenga energías para dedicárselo a su esposo más tarde.
Por otro lado, el esposo, puede apoyar a su esposa durante las noches para que ella descanse un poco más. Otra cosa a considerarse es que las mujeres necesitan sentirse valoradas y amadas, no dude en dejarle notitas románticas, mensajes de textos y palabras lindas que la hagan sentirse bien.
Búsquense un tiempo juntos, en donde puedan conversar de temas que a ambos les interese y no sea todo referente al bebé. Tengan su cita de novios, su momento de pareja, no se descuiden. Reafirmen su amor mutuo, mantengan firmes los lazos de amistad. Así estarán mejor preparados para enfrentarse a los desafíos de ser padres.
COMUNÍQUENSE Y APÓYENSE
Cuando dos personas se casan, se unen dos personas de diferentes crianzas, que a la hora de querer criar a sus hijos, se produce un estira y afloja en las opiniones con respecto su educación, es por ello que para llegar a un punto medio, la clave es la comunicación.
No intenten resolverlo tras el nacimiento del bebé, háganlo antes para que puedan unir fuerzas para superar el reto de la crianza. Hagan preguntas, tales como: “¿Cómo acostumbraremos al niño a comer sano y a tener buenos hábitos de sueño? ¿Lo sacaremos de la cuna siempre que llore? ¿Cuándo le enseñaremos a usar el inodoro infantil?”. Claro está, cada pareja tomará sus decisiones. Pueden pensar en la crianza que les dieron sus padres y decidir qué actitudes y acciones copiarán o evitarán al educar a su hijo. Esta planeación les ayudará mucho a la hora de que se enfrenten a la crianza de sus hijos desde el día uno de su nacimiento.
Es cierto, no es fácil, se requiere tiempo y paciencia para adaptarse a su nuevo papel pero poco a poco lograrán adquirir confianza. Sin duda los hijos cambiará para siempre su relación pero podrán desarrollar cualidades muy valiosas que podrán transmitir a sus hijos pero además los unirá como pareja, cualidades como el cariño, la comprensión, pero sobretodo el amor genuino y desinteresado que tanta falta hace en este mundo. ¡Que nada los detenga de disfrutar de su maternidad y/o paternidad y al mismo tiempo su hermosa relación de pareja! ¿Cómo le hacen ustedes?