­Las terapias alternativas como auxiliar en el embarazo, parto y post parto

­Las terapias alternativas como auxiliar en el embarazo, parto y post parto

Una vez que visitamos a Sol, mi partera, para comenzar a prepararnos para el nacimiento de Lucia todo pareció fluir entre todos, hasta hace unos días que una gripa comenzó a aquejarme. No pude evitar pensar en lo peor, ¿y si el Sars-Cov-2 había llegado a mi cuerpo? No solo me vería afectada yo, sino también Alex y Javi… ¡tenía tanto miedo! Eso solo hizo que me sintiera peor. Y en la siguiente visita, en la que Alex no pudo asistir, Sol me preguntó cómo estaba o si todo iba bien. La verdad es que quería que así fuera, y bueno eso parecía, tenía la prueba negativa que lo confirmaba, pero dentro de mí algo más sucedía. Comenzaba a dudar, a sentir un miedo real. ¿Era eso una señal de que estaba errando mi camino? No podía creerlo porque todo me había traído hasta ese momento. Cuestionaba mis decisiones, mi capacidad de traer a Lucía al mundo de la forma más natural.

gripa en el embarazo

Aunque quise evadir las preguntas al final le dije todo lo que pensaba y cómo me afectaba. Escuchándome hablar era como oír a otra persona distinta a la que era yo hasta hace un par de semanas. Sol me miró con una dulzura firme, me dijo que era normal mis dudas, estaba experimentando cosas nuevas, y sin referencias previas, mi mente me llevaba por caminos insospechados. “Es natural que te sientas nerviosa”, dijo. No hubiera atinado a decir que estaba nerviosa, otras cosas sí. “Esta etapa es natural y si te dijera que eres la primera en expresar sus miedos te mentiría”, dijo. “Sin embargo eso no quiere decir que no sea importante para ti y que no te afecte, yo tengo fe en que todo saldrá bien, tienes un embarazo saludable y la disposición tuya, de tu pareja y toda tu familia; todos se han abierto a algo nuevo, y a veces hay que ayudar un poco en el proceso. ¿Puedo recomendarte algo?”.

Me sugirió un tratamiento de terapia alternativa, algo seguro, pero que además me haría sentir no solo serena sino en armonía con el momento, con las experiencias, con los desafíos que se presentaban. Pensaba que sonaba muy milagroso y tenía cierta reticencia. Es decir, lo primero que profesionales de la salud e incluso en el curso psicoprofiláctico te dicen es que no te dejes llevar por mitos y recomendaciones sin consultar a un médico, pues la sensibilidad tuya pero sobre todo del bebé a las sustancias en el embarazo es algo que se debe vigilar.

 



“Lo que yo recomiendo no es un remedio de la abuela, que algunas son más sabias que nosotras, si he de decirlo. Se llaman Flores de Bach, se desarrollaron hace mucho tiempo, precisamente por un médico patólogo, cirujano, bacteriólogo, homeópata e investigador, Edward Bach. Él comprobó, a lo largo de su trayectoria como médico, que gran parte de las enfermedades que presentaban sus pacientes tenían estrecha vinculación con la personalidad de cada uno de ellos; así que se interesó por hallar la raíz de los conflictos como el camino más certero para recuperar la armonía general y, en consecuencia, colaborar con la salud mental y física.” Me explicó que se trata de gotas elaboradas a partir de esencias extraídas de flores silvestres, su consumo no representa riesgos y re-equilibra suavemente las emociones sin daños para la madre o el bebé; ya que la concentración es baja, lo que no supone un peligro como otros tratamientos, como los alópatas,  y en realidad lo que hacen es incentivar al cuerpo a responder de manera energética y vibracional, pues estas propiedades proceden de las flores utilizadas. Son saludables e inocuos, los puedes asumir con otros medicamentos en caso de necesidad y no tienen efectos secundarios. Además todo sería recetado y vigilado por un profesional homeópata.

Investigando encontré que “Las Flores de Bach como terapia alternativa fueron aceptadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1976, como un sistema de medicina alternativa. Más tarde, fueron aprobadas por el Departamento de Salud del Reino Unido y por la Food and Drug Administration de los Estados Unidos, entre otras entidades mundiales que verifican todos los productos que se comercializan en relación con la salud.” Y mucha información más detallada: desde cuáles son estas sustancias, hasta cómo interactúan cada una en el embarazo, el parto e incluso el postparto, sobre todo en el equilibrio emocional.

Eso me tranquilizó un poco, y es que aunque en mi camino con el embarazo de Lucia me he desprendido de las voces de la medicina occidental e intervencionista, al final de cuentas dejar de lado lo que siempre has visto o creído como cierto implica una exigencia en el ánimo mucho mayor de lo esperado. Pienso que los saberes no deberían de estar peleados, sino que se deberían de complementar y que quizá el asunto es que la perspectiva desde la cual la medicina alópata y de base científica se ha trazado, tiene una óptica desde los sujetos masculinos, y en una mínima parte de los femeninos. Eso está cambiando y quizá a mí aún me toca lidiar con este conflicto, pero para cuando Lucía pase por esta experiencia, si así lo desea, será mucho más complementaria.

 

Te en el embarazo

Las opciones son tan variadas como conocimientos y tradiciones hay en el mundo, no solo la homeopatía, de la que emanan las Flores de Bach, la musicoterapia, la acupuntura, la reflexología, la visualización de imágenes. Descubro que existen tratamientos con jugos y tés que ayudan con los malestares comunes como las nauseas, vómitos, pies hinchados, subir hemoglobina, tratar infecciones urinarias leves o vaginales. Es decir, que con un profesional a nuestro lado, porque estas terapias también implican estudios y rigor o vigilancia en su tratamiento, podemos tener embarazos tranquilos, partos armoniosos y un postparto más sereno. Incluso con las flores podría armonizar a quienes forman mi entorno, a Alex, y el resto de la familia que convivirá con Lucía. Todo eso me hizo sentir esperanzada.

Sol también me hizo saber que esta interacción entre las terapias alternativas y la medicina alópata es un asunto más frecuente cada día. El uso de las terapias complementarias, durante el embarazo y parto de bajo riesgo, son útiles para disminuir las diferentes molestias presentadas durante estas etapas y mejorar así la experiencia de gestar y parir. Y cada día existen mucho más estudios, pero sobre todo registros de experiencias de otras mujeres que, como yo, decidimos parir en un entorno más bien social que científico, en una comunidad y no en el medio de un hospital.

 

Flores de bach

El tratamiento ha sido mucho mejor de lo que esperaba. Dicen que cuando más las necesitas es cuando funcionan más rápido. Comencé a tomar las flores primero cada 15 minutos, luego hora a hora, después cada 4 horas. Cada gota me hacía imaginar esa flor de la que emanó y a la mañana siguiente amanecí sin ningún rastro de miedo; fue como magia, sentía una seguridad porque llegará el momento del parto, me hallaba tan serena y tranquila que me pude concentrar en otras cosas, y además la gripa desapareció por completo.
Confieso que ahora me siento mucho menos temerosa, en mi centro, y más en armonía para que Lucía llegue a nuestra vida.














Texto elaborado con información de estas fuentes:

https://www.federacion-matronas.org/wp-content/uploads/2018/01/vol8n2pag20-25.pdf

https://prenatal.es/las-flores-de-bach-durante-y-despues-del-embarazo/#:~:text=Las%20flores%20de%20Bach%20ayudan,las%20n%C3%A1useas%20del%20primer%20trimestre!

 

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