Portear y amamantar a la vez ¿es posible?

Portear y amamantar a la vez ¿es posible?

Entrevista a Elena López, creadora de la web “De Monitos y Risas”, de “Oh la Luna” y de “Asesoras Continuum”. Formadora de porteo por excelencia. 
Realizada por Pilar Martínez.

 

  1. ¿Qué consideramos porteo ergonómico?

Pues es aquel que, de manera segura y confortable, respeta la fisiología tanto del/la bebé como de quien portea.

Esto se traduce en una serie de normas que, si te parece, te cuento de manera resumida para que podamos ubicarnos en el tipo de portabebés que nos posibilitan un porteo ergonómico:

  • Posición fisiológica del bebé.

Esto es, esa posición que respeta del desarrollo físico, emocional e intelectual del peque y que, precisamente por eso, es la que el bebé adopta por sí mismo.

En un bebé pequeño, que no sostiene la cabeza por sí mismo, esta posición es muy cerrada: pelvis basculada, rodillas más altas que el culo, las piernas “plegadas” sobre sí mismo, espalda redondeada y cabeza apoyada en el cuerpo del adulto/a.

Para que esta posición se sostenga porteando, por cierto, es necesario que la parte frontal del cuerpo del bebé vaya orientada hacia el cuerpo del adulto-a, nunca hacia fuera o “mirando al mundo”.

Conforme el bebé crece, esta posición se va abriendo, y empieza a adquirir control de su propio cuerpo: primero la cabeza, luego la parte superior del torso, después llega el gateo y mantenerse sentado-a y, por último, el bebé anda.

La posición fisiológica, entonces, va evolucionando, con lo que un bebé que anda no necesita una posición tan cuidada como un recién nacido, ya que su propio cuerpo sostiene su postura, mientras que en el recién nacido es el portabebés el que la sostiene.

De todos modos, siempre va a ir más cómodo con las rodillas más altas que el culo y los muslos bien apoyados en el portabebés, así que esta posición se mantiene siempre.

  • Buen ajuste del portabebés.

Para que la posición que hemos explicado se sostenga, el portabebés ha de estar bien ajustado y ser capaz de mantener al bebé en esa posición, y bien pegado-a al cuerpo de quien portea, por mucho que se mueva o pase el tiempo.

Para ello, el portabebés ha de poder adaptarse al tamaño y posición del bebé, pero también al cuerpo del adulto, ya que la ergonomía no es solo para el peque.

Un portabebés bien ajustado garantiza la ergonomía, y la seguridad, de la pareja.

  • Vías respiratorias despejadas.

Las vías respiratorias de los bebés se mantienen despejadas no solo dejando que haya aire delante de nariz y boca, sino, y sobre todo,asegurándose de que la barbilla no se pega al pecho del bebé.

Porque al pegarse barbilla y pecho, se obstruye la traquea y el aire no circula, provocando que el bebé se sofoque o, en caso extremo, se asfixie.

Por eso, es importantísimo la posición y el ajuste del portabebés, ya que un bebé bien colocado y un portabebés que no le permite perder su posición no puede pegar la barbilla al pecho.

Si, además, ponemos la cara del bebé de lado, si baja la barbilla lo hará hacia el hombro, no hacia el pecho, garantizando su seguridad durante todo el tiempo de porteo, incluso cuando estamos empezando y no tenemos muy “pillado” aún el uso y ajuste del portabebés.

De todos modos, me gustaría invitarte a descargar mi guía gratuita, Portea sin miedo, donde todo este tema del porteo seguro se explica más detalladamente, además de explicar una técnica infalible para conseguir una buena posición del bebé. Puedes hacerlo pinchando aquí.

 

  1. ¿Está el porteo ergonómico relacionado con la lactancia materna?

Muchísimo, sin duda.

A mí me gusta mucho explicar las cosas con el referente del paradigma del cazador-recolector, así que permíteme que lo haga hoy también.

Tenemos que tener presente que, por mucha civilización que hoy disfrutamos, nuestros genes siguen siendo los de los animales, cazadores-recolectores, que éramos hace 10000 años, antes de la invención de la agricultura.

Así, un bebé cuando nace, no sabe nada de lugares seguros, neveras llenas, calefacción, etc. Lo único que sabe, que espera y que necesita, es lo mismo que sabían, esperaban y necesitaban nuestros ancestros al nacer: lo que les dice el instinto.

Y el instinto del bebé recién nacido le dice que el único lugar seguro es el cuerpo de la madre, que es donde hay alimento, calor, protección…

Así, los humanos han pasado siempre su primera infancia en contacto, primero con su madre, luego con otros cuidadores.

Y, no sé muy bien si como causa o efecto, la cuestión es que nuestro desarrollo en esa etapa se completa de manera óptima cuando se realiza en contacto y, por supuesto, con lactancia materna (que era la única opción hasta hace unos pocos años).

La manera de que una madre de una tribu cazadora-recolectora y, por tanto, nómada pudiera llevar a su bebé todo el día pegado era el porteo y, de hecho, en todas las civilizaciones humanas conocidas hay portabebés presentes.

Entonces, decía, porteo y lactancia han sido la manera normal (realmente, la única manera) de criar a un bebé hasta hace “dos días” como quien dice.

 

Y esto ha sido, a lo largo de los miles de años de nuestra evolución, lo que ha tenido el bebé como referencia, y en definitiva, la base fisiológica del apego, que ofrece salud emocional, física e intelectual, pero también del desarrollo armonioso del ser humano en todas sus facetas.

Se puede criar sin portabebés y sin teta, por supuesto, pero, en mi opinión, es mucho más complicado ya que, ni el bebé ni la madre, estamos preparados para ello.

 

  1. ¿Es posible amamantar a un niño mientras es porteado?

¡¡Por supuesto!!

De hecho, si pensamos en el paradigma que usaba antes de ejemplo, el del cazador-recolector-nómada, seguro que nos damos cuenta de que no sería muy viable para la madre de un bebé de, por ejemplo, 3 meses, parar cada vez que su bebé pidiera teta, jeje.

Podemos mirar además a ejemplos mucho más cercanos: las imágenes que vemos en google cuando buscamos ejemplos de porteo tradicional.

En muchos de ellas se ve cómo la madre está con sus quehaceres y el bebé mamando en el portabebés tan tranquilamente.

De hecho, a esa necesidad de amamantar “en marcha” responde el porteo a la cadera. Si miramos esas imágenes, veremos que la mayoría de los casos el porteo tradicional es a la espalda (ya que es el lugar más cómodo para llevar a un bebé/niño-a) y a la cadera lo es cuando vemos bebés pequeños (que toman teta con más frecuencia) o en cualquier caso en que se esté amamantando.

Entonces sí, se puede combinar porteo y lactancia, no solo con los portabebés tradicionales, con los que tenemos a nuestra disposición hoy en día, también.

Solo hay que practicar un poco, tanto con el portabebés como con la teta, primero, y luego para hacerlo a la vez.

Bueno, y tener algunos conocimientos de cómo hacerlo, claro. No te quiero contar la primera vez que yo intenté ponerme, por mis propios medios, a mi hijo mayor (que tiene frenillo y las tomas eran infinitas) a la teta por necesidad pura y dura pero sin conocimiento real de cómo hacerlo. Desde luego, he mejorado mucho con los años, jejeje.

 

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