Muchos bebés tienen un fuerte reflejo de succión. Algunos de ellos incluso se chupan los dedos antes de nacer.
Que un bebé se lleve los dedos a la boca es totalmente normal porque es un reflejo primario que les permite adaptarse al medio que los rodea.
Además les ayuda a alimentarse y cubre una necesidad psicológica de bienestar, ya que al hacerlo experimentan un estímulo placentero en los labios, lengua y mucosa oral que los tranquiliza y los relaciona con su mundo, especialmente con su madre durante la lactancia.
Es por ello que muchos padres confían tanto en el chupete, pero ¿es realmente adecuado?
Por lo regular, los niños se chupan el dedo pulgar cuando tienen sueño, están dormidos, aburridos o hambrientos, después de comer o en situaciones de estrés para tranquilizarse. Los expertos recomiendan ofrecer el chupón únicamente si el niño es propicio a desarrollar el hábito de succionar el dedo.
Los pros
Para muchos bebés, los chupetes representan una manera de sentir placer y satisfacción entre comidas. Estas son las principales ventajas del uso de los chupetes:
- Calman a los bebés. Algunos bebés son más felices y se sienten más relajados cuando tienen algo que chupar o succionar.
- Ofrecen una distracción temporal. Los chupetes pueden ser útiles durante las inyecciones, análisis de sangre u otros procedimientos médicos.
- Ayudan a los bebés a dormir. Si tu bebé tiene dificultades para dormirse, el chupete puede ayudarlo a coger el sueño.
- Ayudan a aliviar las molestias durante el vuelo. Los bebés no pueden regular por voluntad propia los cambios de presión del aire tragando saliva o bostezando. El uso del chupete les puede ayudar.
- Reducen el riesgo del Síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL). Distintos investigadores han descubierto una asociación directa entre el uso del chupete durante el sueño del bebé y un menor riesgo de padecer el SMSL.
- Se pueden desechar. Cuando llega el momento de quitarle el chupete al bebé, puedes desecharlo. Si tu hijo luego empieza a chuparse el dedo, ya será más difícil romper con este hábito.
Los contras
Por otro lado, los chupetes también llevan asociados una serie de inconvenientes:
- El uso precoz del chupete puede interferir con la lactancia materna. Chupar un pecho es diferente a chupar un chupete o un biberón, y algunos bebés son muy sensibles a estas diferencias. Algunos estudios sugieren que el uso temprano de tetinas artificiales está asociado a una disminución de la lactancia materna exclusiva, aunque no está del todo claro si las tetinas artificiales causan problemas en la lactancia materna o sirven como solución a un problema ya existente.
- Tu bebé puede volverse dependiente del chupete. Si tu bebé utiliza el chupete para dormir, quizá debas levantarte varias veces por la noche para calmar los lloros del bebé cuando se le cae de la boca.
- El chupete puede incrementar el riesgo de infecciones en el oído medio. Aun así, las tasas de infecciones en el oído medio son generalmente más bajas desde el nacimiento hasta los 6 meses, cuando el riesgo de SMSL es mayor y cuando los bebés están más ‘interesados’ en los chupetes.
- El uso prolongado del chupete puede conllevar problemas dentales. El uso normalizado del chupete durante los primeros años de vida no causa problemas dentales a largo plazo. No obstante, el uso prolongado del chupete puede causarle al bebé malformaciones en la dentadura.