Cada embarazo es distinto. Los antojos, los cambios físicos, la montaña rusa de emociones que experimenta cada una… Sin embargo, hay algunas cosas que pueden parecer una calca del embarazo de las demás. Aquí enlistamos algunos hábitos y actitudes que toda embarazada reconocerá.
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Llevarte las manos al vientre
En cuanto te enteras de que estás embarazada, así tengas tan sólo unas cuantas semanas, proteger tu vientre será una reacción casi natural. Aunque también puede servir para dejar en claro que su incremento se debe a que estás esperando un hijo.
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Comenzar a hacer planes de todo lo que le vas a comprar
Nuevamente, apenas saliste de tu consulta y ya estás pensando en todo lo que vas a comprar para tu pequeño, imaginando también cómo redecorar la sala, tu cuarto, el suyo… Imagínate, dónde va a caber ese calentador de toallitas.
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Mirar con desprecio a cualquier fumador
Probablemente siempre has estado en contra del tabaco, o tal vez nunca pensabas en ello e incluso hasta un día antes de enterarte de que estabas embarazada habías encendido un cigarro. Pero, las perspectivas cambian, y ahora al caminar o estar en una terraza cualquier persona fumando merecerá tu mirada desaprobatoria.
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Antojos repentinos… y cambiantes
Los antojos son impredecibles, ya lo sabemos. Pero incluso en algunos casos, exageramos. Como cuando mueres por una lata de sopa que no hay en la despensa, y para cuando tu pareja se ha vestido para salir a comprarla, te das cuenta de que ahora lo que realmente se te antoja es una buena rebanada de pastel de chocolate.
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Ir al baño constantemente
De pronto descubres que la ida al baño será algo mucho más constante de lo que estabas acostumbrada. Recién volviste de este , estás poniéndote al tanto de lo que hablan en la mesa y ya estás anticipando la próxima vez que tendrás que ir.
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Fascinarte por el nuevo tamaño de tus pechos
Acéptalo, estar frente al espejo tiene ahora un nuevo plus, y es que encuentras un cierto gusto en reconocer tu nueva figura, aunque sea momentánea. ¡Gracias, embarazo!
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Tomar muchas, muchas, siestas
Cualquier rato y cualquier lugar es bueno. Al terminar la comida, en el sofá… A media mañana, durante un descanso… La verdad es que tomar siestas se vuelve algo necesario pero también muy placentero.
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Usar el embarazo como un pretexto
Admitámoslo, estar embarazada es el pretexto perfecto para librarte de algunas cosas que en realidad no tienes ningún interés en hacer. “Me siento algo cansada, necesito descansar” puede ser una gran excusa para evitar ir a visitar a algunos familiares. A fin de cuentas, nadie te lo reprochará.
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Sentir a tu bebé
Quién necesita Netflix cuando una nueva actividad ocupará tus tardes. Acostarte y sentir con tu mano la forma en que tu bebé patea será tu nuevo pasatiempo.
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Decir en voz alta nombres de bebés
Llevas días pensando en nombres para tu bebé. Ninguno te convence del todo. Aquel del que estabas seguro hace una semana ahora no suena tan fantástico. La mejor prueba es decirlo en voz alta e imaginar cómo lo llamarías por su nombre. Y así dirás uno y otro y otro.
Fuente: Babble