Probablemente pensabas que al ser madre estarías eufórica, por lo que puede resultar desconcertante y confuso no sentirte propiamente así. Descuida, es algo normal, un buen número de madres primerizas experimentan depresión posparto, un estado emocional caracterizado por la preocupación, duda, fatiga e, incluso, infelicidad. Este sentimiento normalmente aparece después del parto y progresivamente, luego de unas cuantas semanas, desaparece.
¿Qué es la depresión posparto?
Algunas veces es difícil distinguir entre un cuadro depresivo, estrés normal o un sentimiento de exhausto por ser madre, pero si tus sentimientos de tristeza o desesperación son tan fuertes que te impiden hacer tus actividades normales, probablemente tengas depresión posparto (PPD, por sus siglas en inglés).
Cerca del diez por ciento de las madres primerizas lo experimentan, pero, de acuerdo a algunos expertos, el número puede ser mayor, ya que algunas mujeres no se tratan. Si te sientes demasiado abrumada lo más conveniente es que lo consultes con tu médico.
De acuerdo a la American Pshychiatric Association, la depresión posparto puede iniciar un par de semanas después de dar a luz, o incluso antes. Algunas mujeres comienzan a experimentarlo durante el embarazo.
Si tu médico lo considera, puedes emplear algún tratamiento, que puede ir desde acudir a un terapeuta hasta el uso de medicamentos. En cualquier caso, y siempre bajo supervisión de expertos, el tratamiento es importante.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de la depresión posparto pueden aparecer incluso desde el embarazo y suelen ser los mismos. Puede tratarse de PPD si experimentas cinco o más de los siguientes síntomas diariamente, durante al menos dos semanas consecutivas
- Un sentimiento intenso de tristeza, vacío o desesperanza.
- Pasas mucho tiempo llorando.
- Pérdida de interés o entusiasmo para realizar tus actividades usuales o hobbies.
- Te cuesta trabajo dormir por las noches, o levantarte durante el día.
- Pérdida de apetito o, por el contrario, una necesidad por comer demasiado.
- Preocupación o culpa.
- Inquietud o lentitud considerables.
- Dificultad para concéntrate o tomar decisiones.
- Pensamientos de que la vida no vale la pena.
Otros síntomas incluyen:
- Irritabilidad o enojo.
- Evitar a familiares y amigos.
- Preocupación excesiva por tu bebé.
- Falta de interés por tu bebé o por cuidar de él.
- Sentirte tan exhausta que seas incapaz de levantarte de la cama por horas.
Contados casos de depresión posparto pueden incluir experiencias alucinatorias. Una señal de alarma, sería llegar a experimentar deseos de hacerte daño, o inclusive a tu bebé.
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¿Cuáles son las causas?
La depresión posparto es el resultado de una combinación hormonal, circunstancial y emocional, así como por los factores genéticos que están fuera de tu alcance. Algunas mujeres de algún modo pueden sentirse responsables por padecerla, pero la depresión no es algo que ocurra por lo que hiciste o dejaste de hacer.
Es más probable que tengas depresión posparto si durante el embarazo experimentaste síntomas de depresión o ansiedad. Otros factores que contribuyen a su aparición incluyen el cansancio físico exhaustivo durante el parto, un ajuste emocional por convertirte en madre, e incluso la privación de sueño.
¿Hay alguna diferencia entre depresión y depresión posparto?
La diferencia radica sobre todo en el tiempo en que aparece: la depresión es llamada posparto si ocurre durante el periodo posterior al nacimiento de tu pequeño. Y a diferencia de la depresión que no está relacionada con el embarazo, la posparto está vinculada a los cambios hormonales que se producen tras dar a luz. Algunos investigadores consideran que estos cambios pueden provocar mayor impacto en las mujeres que son más sensibles a los cambios en el estrógeno y la progesterona.
Fuente: Baby Center